lunes, noviembre 28
Super-cali-sabinistico-espialidoso
Quedé una hora antes con la chica que me ayudó a conseguirla para tomarnos unas cañas y agradecerle, pero éste es otro tema. Recuérdemelo más tarde.
Lloré durante las primeras cinco canciones pensando en Bárbara (una de mis mejores amigas). La llamé antes de salir de casa para contarle que iba y la llamé al volver para darle todos los detalles. Me hiciste falta, Barby superstar.
Fui completamente feliz: corazón desbocado, pelos de punta, emociones a flor de piel.
Tanto tiempo deseándolo que ya casi lo había archivado en el cajón de los asuntos pendientes.
Joaquín Sabina superó todas mi expectativas. Cantó las canciones que más me gustan. Princesa. ¿Quién me ha robado el mes de abril?. Y sin embargo. La Magdalena. Que se llama soledad. Peor para el sol. Peces de ciudad. Conductores suicidas. Entre otras que llenaron las 2 horas de concierto.
Perdí totalmente los papeles con La del pirata cojo: fuera jersey, canté y baile como una nena.
Chapeau a Olga Román que si me emocionaba en el CD cantando esa copla que hace de introducción a Y Sin Embargo Te Quiero, el sábado en directo me hizo llorar de forma descontrolada. Qué voz!
El balance de pañuelos de papel fue de 2 paquetes que es el promedio que gasto viendo películas “patagónicas” (El viento, Caballos Salvajes, La puta y la ballena, etc.)
No sé que más contarles. Por más que divague durantes varios párrafos no voy lograr ser exacta con todo lo que sentí, pensé y disfruté. Fui muy muy feliz.
El domingo, devino un depresión galopante que por no opacar la felicidad del sábado no cuento.
Lloré durante las primeras cinco canciones pensando en Bárbara (una de mis mejores amigas). La llamé antes de salir de casa para contarle que iba y la llamé al volver para darle todos los detalles. Me hiciste falta, Barby superstar.
Fui completamente feliz: corazón desbocado, pelos de punta, emociones a flor de piel.
Tanto tiempo deseándolo que ya casi lo había archivado en el cajón de los asuntos pendientes.
Joaquín Sabina superó todas mi expectativas. Cantó las canciones que más me gustan. Princesa. ¿Quién me ha robado el mes de abril?. Y sin embargo. La Magdalena. Que se llama soledad. Peor para el sol. Peces de ciudad. Conductores suicidas. Entre otras que llenaron las 2 horas de concierto.
Perdí totalmente los papeles con La del pirata cojo: fuera jersey, canté y baile como una nena.
Chapeau a Olga Román que si me emocionaba en el CD cantando esa copla que hace de introducción a Y Sin Embargo Te Quiero, el sábado en directo me hizo llorar de forma descontrolada. Qué voz!
El balance de pañuelos de papel fue de 2 paquetes que es el promedio que gasto viendo películas “patagónicas” (El viento, Caballos Salvajes, La puta y la ballena, etc.)
No sé que más contarles. Por más que divague durantes varios párrafos no voy lograr ser exacta con todo lo que sentí, pensé y disfruté. Fui muy muy feliz.
El domingo, devino un depresión galopante que por no opacar la felicidad del sábado no cuento.